Y hubo que esperar más de una semana de notas malísimas para poder ver una cobertura del Mundial como la gente. Después de ver horas y más horas de periodistas deportivos intentando hacerse los graciosos, jugando a ser cómplices del entrevistado, mostrando notas sociales con sudafricanos, jugando a la mirada alternativa y demases un tanto ridículos. La verdad es que poder ver un programa como CQC en pleno mundial es un placer. Sin las típicas pavadas sobradoras, los cronistas enviados (Clemente Cancela y Gonzalo Rodríguez) hacen una cobertura basada en un buen background informativo, meta que sus colegas de noticieros ni siquiera rozan. Además, Gonzalito goza de la complicidad de los jugadores y Cancela de la mirada ingenua que ve todo por primera vez. Y la verdad es que da resultado. Al margen, cuán diferente es la labor de Gonzalo en piso y en la calle. Mientras que aquí se luce como pocos, en su rol de conductor no parece hallarse y se ve muy desdibujado.
Fuente: Teleclub.tv