En Juan B. Justo e Irigoyen, Villa Luro, hay dos plazas: una de los Derechos del Hombre, otra de los Derechos de la mujer. Hasta acá todo bien. Que la del Hombre sea el doble de grande, tenga callecitas y fuentes y sea mucho más limpia que el terrenito descampado lleno de malezas que es la Plaza de los Derechos de la Mujer es mera coincidencia.