Clemente Cancela saca a relucir su orgullo nacional por la obtención de la Sudamericana y destaca la mística del equipo para revertir el 0-2. “Independiente le tiró la historia encima al Goiás”. Elogia a todo el equipo pero banca al arquero: “Hilario es increíble, me da mucha seguridad”.
-No estuviste en la cancha ayer. ¿Cómo viviste la final de la Copa?
-Yo hago un programa en Rock & Pop (Ultimo Bondi) todos los días a las 23 y como estoy recién mudado y no tengo cable, me fui a la radio a las 20.30 para ver la previa y miré el partido solo, en una oficina. El tiempo suplementario lo vi en el estudio mientras hacía el programa con la tele en mute, por supuesto los oyentes estaban al tanto del momento que estaba viviendo porque no lo podía disimular, y cuando vinieron los penales me fui al estudio de al lado para verlos tranquilo. Bah, gritando y sufriendo mucho.
-Las imágenes que recorrieron el mundo fueron las de chicos llorando, ¿te pasó algo similar?
-Es que lo que nos pasó a muchos hinchas de Independiente fue que sentíamos que estábamos cerca de que nos pasara algo con lo que muchos crecimos: el Rojo ganando una Copa. Y los más jóvenes lloraban porque nunca habían vivido algo así o eran muy chiquitos en el 95. Me trajo recuerdos de por qué me hice de Independiente: en esa época el presente del Rojo tenía más que ver con su historia, era un auténtico Rey de Copas. Que nos pase algo bueno después de tanto tiempo, me emociona.
-¿Cuánto tuvo de Mohamed la obtención de esta Sudamericana?
-Fue un factor importantísimo en esta recuperación del Rojo, sobre todo en lo anímico y porque básicamente es un técnico pragmático: vos le das un plantel y con eso que tiene hace lo mejor. Pero lo que me sorprendió fue que muchas veces hizo que un equipo que venía tan golpeado, por momentos jugara muy bien. Es un tipo que pasó de caerme bien como personaje a caerme bien como técnico. No reconoce adversidades en el campo de jugo; no es fácil remontar un 2 a 0 pero el Rojo salió con todo.
-Pero la mística también salió a la cancha...
-Creo que Independiente le tiró toda la historia encima al Goiás, más allá de si jugó bien. Hizo tres goles en el primer tiempo y eso no es común en una final. La mística, esa cuestión inexplicable que aflora en algunas situaciones y que hacía muchos años que no se veía, apareció el miércoles en Avellaneda.
-Fue una Copa soñada, pero impensada...
-Sí, hace unos meses ganar una copa aparecía lejano. Creo que cuando le ganamos a Liga de Quito nos dimos cuenta de que el sueño podía hacerse realidad. Y a su vez era un sentimiento raro… “Uhh, le tengo miedo a Liga. La historia no marcaba eso”. Pero tampoco te podés quedar en la historia todo el tiempo, tenés que revalidarla. Y creo que con la obtención de esta Copa, que es reconocida a nivel internacional, dimos un gran paso. Pero espero que este título no tape la realidad de Independiente que no es la mejor.
-Que el título no tape la deuda de una cancha que aún no se terminó...
-Yo no soy nadie para dudar de las buenas intenciones de la dirigencia de Independiente pero las cosas no son como se suponía que iban a ser, entonces me parece que esta Copa tiene que ver más con los jugadores y el cuerpo técnico que con todos los demás. Me gustaría que los planos que hacen en la tele de la cancha enfoquen los cuatro codos. Y que tengamos un proyecto futbolístico a largo plazo y claro. Con el Turco pareciera que las cosas pueden tener una visión de futuro. Ojalá se quede por mucho tiempo.
-¿Pilares del equipo?
-Hilario Navarro me parece un arquero increíble, me da muchísima seguridad. Tuzzio es un jugador que en un principio me sorprendió que viniera al club pero se convirtió en un baluarte por su entrega, un tipo que con 36 años se manda al ataque siendo defensor... Mareque aporta calidad, Parra jugó muy bien, Matheu me parece un crack.
-¿Pensaste que además Racing se quedaba afuera de la Libertadores?
-Ni se me pasó por la cabeza, no tienen nada que ver en esto, no me importa.
-La cancha fue una fiesta, ¿cómo llevás el mote de amargos?
-Es el folclore del fútbol, cada equipo está tildado de algo, he ido a ver a Independiente y la cancha siempre estuvo llena, la hinchada cantando todo el partido, es un rótulo y punto, a mí no me afecta, si me quieren decir amargo, que me lo digan. Estoy demasiado emocionado...
Fuente: Olé