Si bien había dudas de los conductores de la temporada número quince de “CQC” que arranca mañana a las 23 por Telefé, ya se sabía que Eduardo de la Puente no estaba incluido entre las opciones, tal como viene pasando desde hace tres años, aunque en las encuestas con los seguidores del programa el guionista y conductor sigue siendo uno de los preferidos de este formato, junto con Pergolini.
El también escritor y músico, por su parte, a finales de 2008 ya había afirmado que tenía ganas de dedicarse más a la radio, de hecho sigue con su histórico programa de Rock&Pop, “Cuál es?” con su amigo personal, Mario Pergolini, y también en paralelo volvió a la televisión abierta con “Recurso natural” por Canal 7 Argentina (un ciclo sobre el cuidado del medio ambiente). Pero eso no es todo, también se suma a “Quieren Rock” en la franquicia argentina de MuchMusic, uno de los programas de entrevistas de rock más atractivos de la televisión paga.
Entre alejamientos e incorporaciones, Eduardo se repuso de una intensa depresión que le duró cuatro años. Se separó y volvió con su mujer y afirmó que lo único que extraña de “CQC” es el sueldo. Por estos meses, continúa dividiendo su tiempo entre el periodismo y la música, ya que es la segunda guitarra del grupo Tristemente Célebres con el cual tiene dos discos y ya pasaron por el último Pepsi Music.
En la nueva temporada de “Quieren rock”, Eduardo, con su habilidad para esquivar preguntas y respuestas convencionales, parece haber encontrado una ráfaga de aire acondicionado al típico formato de entrevista, cuya fórmula se trastoca hacia inesperados y refrescantes recovecos. Ya pasaron por las cámaras: La Mancha de Rolando, Dread Mar I, Horcas, entre otros.
- ¿Cómo va la banda?
Eduardo de la Puente: Andamos tocando en todos los lugares en los que se puede tocar, que son pocos en realidad. Son cada vez menos. Es por la crisis post Cromañón. Esta semana te cuento que hubo un cierre indiscriminado de salas que, me consta, que laburaban muy bien y en regla, incluso uno con ambulancia propia. Igual están cerrando muchos lugares. De todas maneras, quedan unos cuantos y nos estamos moviendo en ellos. Pero esto de andar con las bandas, veo que es igual tanto para las grandes como las del under.
- Hay críticos que están de acuerdo en que hay una crisis creativa en el rock nacional. ¿Vos qué pensás?
- Si las grandes bandas la tienen complicada, imaginate para las que están emergiendo. Este fenómeno de crisis incide en lo creativo también. A mí me parece que en realidad estamos saliendo de una crisis creativa. Hay ejemplos de bandas con mucho furor que se fueron extinguiendo y veo que se niveló para abajo, se berreteó un poco el rock. Esto es una observación puramente personal, ¿no?
- ¿Y la invasión charrúa?
- Si, ahora hay como un “uruguayazo”, pero no sé realmente si es así. A mí me parece que los charrúas, con esta veta que tiene mucho que ver con los cantautores, ocupa un lugar que en nuestro país había desaparecido. Sobre todo en el formato de canción sencilla, en apariencia, aunque muy directa y totalmente contagiosa. Creo que hacía falta. A su vez, pienso que en un momento, Argentina tenía de lo mismo y mucho más para ofrecer y ahora no. Quizá para los uruguayos esto hubiera costado más en otras épocas.
- ¿Y qué te parecen esos ritmos típicamente latinos que se están colando en el rock?
- Sí, lo veo en Calle 13, en La Bersuit. Hay un público que viene creciendo en este estilo y es importante. Pero a mí me parece que llama más la atención en Europa que en el resto de América Latina, por ejemplo, Karamelo Santo hizo historia y para los europeos les suena muy nuevo. En lo personal, lo relacionado con la cumbia a mí mucho no me cierra. Igualmente te lo digo en extensión para aquellos cultores de la movida rioplatense a la manera de Los Piojos. Esto tampoco me ha gustado demasiado. Esto también a título personal. Pero es evidente que ambas corrientes están instaladas. A la vez pienso que dentro de este género de cumbia, el resto del continente americano tiene más que ofrecer al respecto que nosotros.
- Con estas franquicias de América Latina, ¿MuchMusic tomó la posta del rock nacional que la MTV había ignorado?
- Creo que al principio fue así. De todas maneras, hace cuatro años atrás, creo que Much se había abierto demasiado. Era una ensalada muy amplia que incluía la balada latina y cosas así. A veces un negocio no es una ensalada completa sino algo con ingredientes más seleccionados. Pero entró Bobby Flores a la gerencia artística y se tomó el trabajo de desmalezar y los márgenes de selección ahora veo que son más estrechos. Much creo que ha mutado bastante. Me parece que hace un buen compendio de lo que es la música en castellano y en lo que respecta a “Quieren Rock” de un año a otro, veo que se ha ganado un espacio original dentro del género de entrevista. En mi caso, decidí llevar este formato por otro lado que no sea un repaso común de pregunta-respuesta y que se explore la capacidad de charla. Veo que hay un camino que va para otro lado y de allí me agarro y los invitados me lo agradecen porque los relaja y los distiende.
- ¿Queda mucho afuera durante la grabación de las entrevistas?
- En realidad la edición sirve para ajustar un poco, pero en general, cuando llego ya están todos los técnicos preparados para grabar. Llega el músico, nos saludamos y arranca todo. Sale espontáneo, como se ve. No hay una línea preestablecida.
- Y como uno puede imaginarse desde afuera, ¿hay promotoras con ropa ajustada repartiendo bebidas?
- Te cuento. Será un poco decepcionante pero las únicas chicas pueden ser la fotógrafa o una asistente, o las chicas de prensa del entrevistado. Algunas realmente colaboran con cierta distracción pero es algo que no queremos tener (risas). Me parece que, mal que mal, todos tenemos algo para decir y que a veces no se tiene la oportunidad. Nos corremos de la línea estrictamente periodística y algunos músicos pueden encontrar el hueco para contar cosas fuera de lo común. Estamos relajados, charlando, habitualmente nos olvidamos de todo lo que está detrás de cámaras y por eso sale como sale.
- ¿Hay alguna estrella de rock fallecida que te hubiera gustado entrevistar?
- Si hablamos de las estrellas de rock internacional me hubiera encantado entrevistar a Frank Zappa, aunque sea haber compartido un trago, un asiento. Pero en el rock argentino he tenido la suerte de haber entrevistado a todos los más conocidos y en varios casos haber tenido una cercanía bastante importante.
- ¿Qué se viene?
- Hoy tuve una charla con el cantante de Estelares, Manu, y realmente es una onda que no curto pero tengo que admitir que la entrevista fue más allá de eso. Y salió algo interesante y la verdad que la pasé muy bien. Babasónicos se viene para las próximas semanas.
Pablo Pereyra / ppereyra@losandes.com.ar
Fuente: Los Andes