sábado, 22 de mayo de 2010

Guillermo López

Tiene 40 años y nunca se casó. No tiene hijos porque "a lo mejor" lo pensó "demasiado", pero admite que le gustaría ser padre. Es fanático de las series Lost y Prison Break. Hoy trabaja como notero en CQC y conduce Zapping.

Es conocido como "el pelado de CQC", el que le da piquitos a las famosas, pero a los 40 asegura que sigue siendo el mismo chico de barrio que conserva sus amigos de toda la vida. Además de ser notero, conduce Zapping y desde mayo se lo podrá escuchar los sábados en La 100.

- ¿Qué hacía antes de trabajar en televisión?
Durante diez años, de los 18 a los 28, trabajé como vendedor, un tiempo para la empresa de chicles Adams y después por mi cuenta. Mientras, estudiaba teatro con Agustín Alezzo y trataba de hacer cosas como actor: bolos en televisión, cooperativa independiente de teatro, teatro callejero. Después trabajé en Parque de la Costa como clown en un espectáculo de circo; luego llegó Caiga Quien Caiga.

¿Le pidió trabajo a Pergolini?
Sí, de caradura, pero me pareció totalmente digno. Y como no tenía representante ni contactos, lo generaba de ese modo, que fue lo que le dije a Mario cuando lo encaré.

¿En qué le cambió la vida?
En un mes de CQC tuve más trascendencia que en 10 años remándola. A partir de ahí todo superó mis expectativas, me fueron ofreciendo nuevas secciones y después llegó Zapping. Mi vida laboral cambió un cien por ciento. En lo personal, trabajo mucho para seguir siendo el mismo de siempre. Ahora que soy una persona pública, el trato que recibo es extremadamente bueno y soy conciente de eso, pero mis amigos del barrio son los mismos desde hace 37 años. No hago una vida de personaje de la tele, a los eventos voy sólo a trabajar y no festejo mi cumpleaños en un boliche. La vida personal me cambió porque soy conocido, pero en lo demás intento seguir haciendo lo que hacía antes. Por supuesto, más relajado, tengo un buen trabajo y cierta tranquilidad por delante.

¿Aportó conducir Zapping?
Conducía eventos y programas de radio. Tarde o temprano sentía que iba a suceder en televisión, aunque fue antes de lo esperado. Me puso en otro lado porque ahora no sólo soy notero, pero me gusta seguir siéndolo.

¿Cómo se cuida? ¿Hace deporte?
¡Soy un desastre! Todos los lunes digo que voy a empezar, pero no lo hago. Siempre fui muy deportista pero en el último tiempo no estoy haciendo mucho. Hace 30 años, cuando vivía en Ramos Mejía, podía jugar en la calle al fútbol, al tenis, al voley. La vida de barrio era muy sana, pasaba muchas horas jugando en la calle.

¿Y con la comida?
Soy bastante desorganizado, no cocino, voy a comer afuera y pido mucho delivery.

¿Usa cremas o perfumes?
Perfumes, me gustan mucho. Los incorporé hace unos años. ¡He vuelto a mi casa para ponerme perfume, lo confieso! Y si el día es largo, suelo tener un necesaire con cepillo de dientes, hilo dental, dentífrico, perfume, desodorante... ¡No queda muy bien hacer una nota para CQC con un pedazo de rúcula entre los dientes! Pero siempre fui así. Cuando jugábamos al fútbol, la madre de un amigo siempre preguntaba quién era el de las medias blancas tan prolijitas. Esas medias eran mías.

¿Y cómo define su estilo?
Normal, como me ves ahora: jean, remera, campera, ni muy formal ni muy excéntrico. Pero soy coqueto, combino los colores, no dejo nada librado al azar.

¿Qué es lo primero que mira en una mujer?
Me tiene que llamar la atención y a partir de ahí, observar y ver qué otras cosas hay. Me gustan los ojos, la mirada, eso muestra mucho de la persona. Y si tengo que elegir una parte del cuerpo, me gusta más una linda cola que una gran delantera. Me gusta el estilo de chica flaca y larga.

¿Con qué seduce?
Siempre apelé al humor, me parece seductor. Ahora en la tele, todo es más fácil. Pero siempre utilizo mi capacidad de conversación. El humor y una buena charla atraen a una mujer.

Cuando está en pareja, ¿comparte las tareas del hogar?
Me gusta ordenar y limpiar la casa, pero odio lavar los platos y cocinar. Si hay que repartir, que sea así. Me gusta que me cocinen. Cuando te acostumbrás a comer afuera, la comida casera tiene otro valor, y si tiene cariño, más rica todavía.

¿Hace programas con la familia?
Una vez por semana voy a visitar a mi mamá a Ramos Mejía. Tengo un hermano mayor que me dio dos sobrinos y cada tanto hacemos una comida juntos. El resto lo elegí: amigos de muchos años y otros que se han sumado en los últimos tiempos, gente muy linda.

¿La experiencia con los sobrinos le despertó el deseo de ser padre?
Me gustaría. No se dio porque con ninguna de mis relaciones formalicé como para pasar al siguiente paso, que sería tener un hijo. Y como me parece algo tan importante, lo he pensado mucho, quizá demasiado.


Leila Mesyngier. ESPECIAL PARA MUJER.
Fuente: Clarín Suplementos