Clemente Cancela es un hombre menudo, de una contextura tal, que no se permitiría entablar pleitos callejeros uniformado de civil. Sin embargo, su destino profesional lo llevó, con traje negro pergoliniano y micrófono en mano, a tener que lidiar con roperos atentos ahuyenta noteros de Caiga Quien Caiga. El afirma que el estar en apuros lo irrita pero que nunca claudica. Desde mañana, no tendrá tanta presión a la hora de preguntar pero sí lo entusiasma poder realizar entrevistas largas, cuando comience la nueva temporada de La Liga, el ciclo de Telefe, que conducirá junto a Matías Martin, Gisela Busaniche y Tamara Hendel, con producción de Eyeworks-Cuatro Cabezas. “En la productora creyeron que por mi perfil, que no sé cuál será exactamente, daba para participar del programa, y en febrero me lo ofrecieron. A mí, de movida me gustó la idea, aunque lo primero que hice fue preguntar quiénes me iban a acompañar, sólo para hacerme el interesante”, afirma, aunque a Matías Martin, la cara más reconocida del nuevo equipo, no lo conocía. “Es virtuoso en la conducción y un periodista creíble, me gusta su estilo. Curiosamente, yo me enteré que iba a entrar en CQC, en 2002, por el programa de radio de Matías. En aquellos días me estaban probando y fui a la oficina de Mario (Pergolini), a quien tampoco conocía. Mientras él me preguntaba sobre mi vida, lo llaman por teléfono Matías y (Juan Pablo) Varsky para sacarlo al aire y preguntarle por los nuevos noteros que iba a tener el ciclo. Enseguida me presenta como uno de ellos y me pasa con Matías; yo no sabía qué hacer. Ese fue mi primer contacto con Martin”, recuerda Cancela.
Si bien no la toma como una etapa de transición, al intrépido cronista lo espera un año por demás agitado. “Esto lo tomo como una chance de crecer en este oficio, de probar, de mostrarme de otra forma –sostiene–. No sé qué irá a pasar con CQC el año que viene. Esta es mi séptima temporada y todavía sigo disfrutando de mi rol. Lo de La Liga es un desafío, ya desde el hecho de no usar traje, mucha gente me dice que es raro verme sin él”.
— ¿Qué “traje” te queda mejor? ¿El de notero ácido o el de conductor?
— En CQC no armo un personaje, sino que soy yo, y en La Liga pretendo seguir siendo yo. Pero mostrando la realidad de la gente, vivir con ellos. Hay un factor humano en este trabajo que es, como mínimo, movilizante, te mueve el piso, y sumamente atractivo desde el oficio. Ir al lugar, muy a lo bonzo, que es lo que a mí me gusta. Acá no hay una bajada de línea de utilizar a la gente, mostramos lo que les pasa. Aunque a mí no me sirve si alguien se pone a llorar porque se le murió un hijo por tomar agua contaminada. Por esto también La Liga me resultaba interesante, porque voy a poder preguntar desde otro lugar, respetando los silencios, con más tiempo. Le estoy tomando el gustito.
— Distinto de lo que últimamente te pasa en “CQC”, donde se ve como que quedás más expuesto y no podés trabajar bien por los expertos en seguridad.
— En una fricción, la pregunta incómoda la tenés que tener igual. Me parece irritante que te saquen a la fuerza; hay que dejar preguntar, o de última, que me diga el político de turno que no quiere hablar, a mandarme a un tipo para que me cuide. Obvio que voy a hacer la pregunta que no guste, eso también rinde en CQC. Uno va con ciertas pautas, pero cuando llegás al lugar te encontrás con otros aspectos que pueden rendirle mejor a la nota y apuntás para ese lado, sin olvidarte del humor. Me manejo con percepciones personales, y pregunto de acuerdo a cómo me sale. Tampoco lo hago en base a ideologías, si no, se notaría mucho.
Cancela cuenta que creció leyendo Anteojito y El Gráfico, que le gusta meterse en blogs aunque no tiene uno propio y que aprendió bien el oficio, porque, de lo contrario, lo habrían echado. Y se anima a hablar de sus colegas movileros. “Hay chicos que son muy capaces, preparados, pero también hay otros que son improvisados. Algunos te dan vergüenza cuando los ves, ¿o a vos no te pasa lo mismo? Me cuesta generalizar en este aspecto”.
En busca de héroes anónimos
Matías Martin regresa a la pantalla chica, luego de su paso por High School Musical: la selección (Canal 13), al frente de La Liga. “Me llamó Diego Guebel en el verano, para decirme que le parecía que yo era una buena alternativa para sumarme. Nos pusimos de acuerdo porque creo que es el mejor, y tal vez el único, programa periodístico que hay en televisión abierta. A nivel realización, con sello propio, y la estética que tiene Cuatro Cabezas”, cuenta. Matías dice que pasó de entrevistar a artistas, músicos y deportistas, a hacerle preguntas a chacareros, delincuentes y desnutridos. “Para el primer programa, me metí en la Villa 1.11.14, para mostrar el mapa del delito, la violencia, y fue caliente el diálogo con los delincuentes. Ahora interactúo con la realidad y buscamos héroes anónimos”. Ex productor independiente, pasó de trabajar en la productora de Marcelo Tinelli a hacerlo en la de Pergolini. “Con Mario está todo bien, nunca tuvimos altercados mediáticos y me dejó un mensaje antes de empezar en La Liga. Pero con el que hablé más fue con Guebel. Ya pasé por todas las productoras habidas y por haber, en estos años. Mi experiencia como productor duró cuatro años y la verdad es que no fue nada grato cerrar Fatto in Casa. La salida fue dolorosa. Está cada vez más corporativo el tema, y me cansé de ir a sublevarme a los canales. Ahora que se maten otros por el rating. Y el hecho de que se fijen en mí para nuevos proyectos es consecuencia de haber realizado distintos programas, aunque a veces es mejor la especialización."
Por Christian Mercado
Edición Impresa. Domingo 06 de Abril de 2008. Año III Nº 0249. Buenos Aires, Argentina.
Fuente: Perfil.com
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¿¡alguien me explica cómo es posible que me perdiera esa nota!? todos los domingos leo Perfil, ¡¿puede ser que justo ese día no haya comprado el diario?! snkdsdasamkldaksl
