martes, 16 de marzo de 2010

Cámara oculta: para el conserje, no "fue apropiado utilizar a un niño de 8 años"

El empleado del hotel Europeo que fue víctima de una cámara oculta para el programa CQC en la que un falso cura pedía una habitación con un chico dijo que pasó dos días de angustia pensando en la posibilidad de que se tratara de "un abuso de menores". "Para mi era una situación real, entraron abrazados y hacían comentarios de índole sexual", señaló.

¿Sonría lo estamos filmando? Si bien había un cámara oculta la filmación no resultó ser muy feliz para el conserje del hotel Europeo, de San Luis al 1300, que se topó con un actor del programa porteño "CQC" vestido de cura y con un niño de 8 años que pedían una habitación matrimonial y preservativos.

En contacto con Radio 2, Alberto Bruno, conserje del hotel, señaló que no la pasó nada bien tras el episodio. "Me siento mal porque pese a que se supo de que se trataba para mí fueron dos días de angustia", señaló. Y agregó: "No me parece apropiado que hayan usado a una criatura de 8 años para esto. Entiendo que el informe apunte a una concientización de las empresas para que prevengan estos casos, por lo que me enteré en sólo dos hoteles le negaron el acceso a la habitación y eso las empresas deberían cambiarlo".

Sin embargo, pese a rescatar la finalidad del informe televisivo el empleado del alojamiento manifestó que "no acuerda con que hayan usado a una criatura". "Me pidió los preservativos adelante del niño, entraron abrazados y yo sólo fui testigo de los comentarios que se hacían entre ellos, todos comentarios de índoles sexual. Para mi era una situación real", dijo.

Aunque desde el comienzo la escena le pareció dudosa, el trabajador intentó tensar la situación hasta último momento para ver que hacía el falso sacerdote. "De entrada decidí no alojarlos pero quería saber hasta donde llegaban. Pensé en sacarle los datos, me dio su cédula, tome la información e hice la factura con los datos que me dio. Pero cuando le pedí el dinero y vi que me iba a pagar por la habitación le rompí la factura en la cara y le dije que no podía alojarlos así", contó el empleado.

Ayer a la tarde con la difusión de la cámara oculta, el joven se dio cuenta que el objetivo final del falso cura era llegar a tener la llave de la habitación y subir con el niño, como ya había sucedido con 8 hoteles más (cinco de Buenos Aires y tres de Rosario).

Por último, aseguró que mientras los atendía intentó sin éxito llamar a la línea del 102, de maltrato infantil, para realizar la denuncia.

Fuente: Rosario3