martes, 23 de marzo de 2010

El mundo no es tan ancho ni tan ajeno

Clase turista, ciclo documental producido por Eyeworks Cuatro Cabezas. Los miércoles, a las 23.15, por Telefé.
Nuestra opinión: buena

Esa máxima que reza que no importa lo que pase en el ancho mundo, siempre habrá un argentino capaz de dar testimonio sobre él, ha encontrado una muy amena comprobación televisiva. Clase turista logra dar una vuelta de tuerca a ese modo de viajar a través de las experiencias de los demás, maravillándose mientras se permanece cómodamente apoltronado en la seguridad de su sillón, cual William Hurt en Un tropiezo llamado amor.

Zumbón y entretenido, este flamante ciclo no sólo cubre los grandes hitos turísticos de la ciudad en cuestión -Tokio, en el debut-, sino también los pequeños secretos que hacen fácil la vida cotidiana, revelados por argentinos perfectamente aclimatados a esa nación, por oposición a lo que estamos habituados a ver por TV: cómo, cuando el connacional vive lejos de su país -sobre todo, cuando su exilio no es voluntario- el bife, el mate y el dulce de leche toman proporciones míticas. Por el contrario, aquí la intención es "traducir" el lugar desconocido utilizando referencias comunes para el espectador, aunque a veces el relativismo cultural no alcanza: no recordaba para nada a una villa -como comparaba un entrevistado- el sector reservado para los sin techo de una plaza en Tokio, con electricidad, conexión de gas y agua corriente.

También fue otro acierto elegir a la capital nipona para abrir el ciclo, en un país lo suficientemente magnético como ajeno para el gran público, con lo que no sólo quedaron en evidencia las grandes distinciones entre la vida en ambos países, sino también las inesperadas coincidencias y considerables retribuciones (no sólo monetarias) que han encontrado allí los argentinos que han decidido irse para no volver. El programa de mañana estará dedicado a Río de Janeiro, una forma de vida más asimilable a la nuestra, con contrastes más sutiles, por lo que su escenificación requerirá algo más de profundidad que la exhibida hasta aquí.

Los rubros técnicos de Clase turista tienen el atractivo habitual de las producciones de Eyeworks Cuatro Cabezas y útiles comentarios sobreimpresos en sus imágenes, aunque el gigantismo y los neones de Tokio dejaron con ganas de más. Sobre todo, más espacio: la velocísima edición marca registrada de la productora pedía a gritos un respiro capaz de permitir absorber la información allí reflejada.

12 puntos
El ciclo tuvo un muy buen debut y quedó primero en su franja horaria.

Dolores Graña

Fuente: La Nación