La producción del programa Caiga Quien Caiga aclaró que el hombre disfrazado de cura que se presentó en un hotel céntrico con un menor pidiendo una habitación y preservativos, era parte de una cámara oculta. “Queríamos ver cómo reacciona la gente ante estas situaciones”, explicaron a Rosario3.com
El curioso episodio que desató una investigación policial en Rosario finalmente tuvo su explicación. El hombre vestido de sacerdote, que este domingo se presentó en el hotel de San Luis al 1.300 con un menor de 8 años y solicitó una habitación matrimonial, era parte de una actuación ideada por CQC que saldrá al aire el lunes próximo.
“El objetivo –asegura la productora– era demostrar cómo actúan las personas ante situaciones extremas”. La experiencia fue realizada en 5 hoteles de Buenos Aires y en 5 de Rosario. Sólo en 2 (ambos de Rosario) les impidieron el ingreso.
“La idea no era generar una noticia falsa, sino comprobar la reacción de los dueños o los conserjes de los hoteles cuando se presenta una situación de este tipo –justifica Ernesto Cune Molinero, productor ejecutivo de Cuatro Cabezas que produce Caiga Quien Caiga, en diálogo con Rosario3.com– y no pensamos que iba a repercutir de este modo, como una noticia policial. Es más, en Buenos Aires lo hicimos antes que en Rosario y no trascendió”.
El hecho tomó estado público a partir de la denuncia que el responsable del hotel de San Luis al 1.300 llamara al 911 para denunciar lo sucedido.
Molinero aclaró que el menor que formó parte de la actuación “es el hijo de un conocido nuestro, de Rosario y nuestro cronista en esa ciudad, Diego Iglesias, ya está haciendo los contactos para informar a la seccional 2ª de Policía qué fue lo que ocurrió y lo mismo haremos con los dueños de los hoteles, para que no se siga investigando algo que pretendió ser periodístico-humorístico, como todas nuestras producciones”.
“Quizás deberíamos haber regresado al rato o comunicarnos durante el día con todos los que se vieron involucrados, además de la Policía, para que no se produzca esta confusión no deseada por nosotros”, se disculpó el responsable del programa.
El productor relató además, que “en los 8 casos restantes, en los que sí les franquearon el ingreso al actor y al niño (3 de ellos en Rosario y 5 en Buenos Aires), lograron registrase y hasta subir el ascensor o las escaleras que llevan a las habitaciones, pero no ingresaron a la habitación del hotel. Una vez que lograron esa filmación, bajaron nuevamente y dijeron que enseguida volvían, algo que obviamente nunca hicieron”, remarcó Molinero.
Otra de las situaciones ficticias que generaron para “poner a prueba a la gente” fue la protagonizada por un conductor que dejaba su coche en una playa de estacionamiento, y al rato regresaba ebrio y se disponía a retirarlo en esas condiciones.
“Ese trabajo lo hicimos sólo en Buenos Aires, y comprobamos que todos los playeros le entregan las llaves, a pesar de que el titular del coche no está en condiciones de manejar, a lo sumo le daban algunos consejos, antes de que se retire, para que conduzca con cuidado”, añadió.
Fuente: Rosario3
